miércoles, 12 de marzo de 2014

La maldición de los Piscis


Un día, en una de mis crisis existenciales, intenté descubrir el por qué de mis constantes pendejaces. La respuesta la encontré en un medio poco cientifico pero terriblemente certero, el horóscopo. Yo no le encuentro lógica ni sentido, pero es como las religiones, rarito pero funciona.  Apartentemente eso de ser pendejo es cosa natural de piscianos. Somos muy sensibles porque somos pescados y no carruchos, asi que no tenemos caparazón y los demás cabornes once signos nos cogen de punto. Mi vida amorosa, como la de todos los Piscis es una mierda. Nuestra pareja ideal es Escorpio. No lo dudo. Soy heterosexual, muy a mi pesar, pero siempre he dicho que si fuera hombre me enamoraría de mi mejor amiga, una sensual y encantadora Escorpio. La mayoría de las veces la quiero asesinar lentamente, quiero gritarle que no le pertenezco, que tengo vida a parte de ella, que me re joden sus ataques de celos, locura e imprudencia, pero todo se me quita cuando me dice cosas bonitas. Me hago una jodia gelatina, porque la adoro, y prefiero 23 llamadas perdidas de ella que la paz con un psicótico Virgo. Los astros también me han contestado todas mis preguntas respecto a mis jodidas relaciones familiares. Los Piscis nunca jamás deben si quiera acercarse a los Aries ni a los Géminis. Eso es como reunir a Puttin, Bush, y el idiota presidente de Korea del Norte en un mismo cuarto. Pero como los Piscis nacimos estrellados, mi madre es Aries y mi hermana Géminis. Maldita sea mi suerte, las dos personas que yo mas amo me joden la psiquis con solo existir. Es altamente probable que acabe sola con 20 gatos, en drogas o internada en capestrano, pero igual, los Piscis por su naturalenza altamente emotiva tienen éstas tendencias por naturaleza, si no, siempre puedes optar por el suicidio. Ésta pendejada mia de escribir, también es culpa de las estrellas. René Pérez es Piscis, y nosotros nos desahogamos en las letras. Comparto el cumpleaños con mi ahijado. El viernes el cumple un año y yo diecinueve. Pobre idiota, no sabe la catástrofe que le depara el destino por desesperado, ¿quien coño lo manda a nacer prematuro? Leí de Casandra ésta semana que debo seguir mis sueños, así que aquí estoy, jodiéndolos con las mierdas que escribo, hasta que la prensa barata y amarillista del país se dé cuenta que han publicado el mismo horóscopo durante el último mes. Nunca debieron cambiar a Walter, esa Cassandra no sabe un carajo.